Dialogo de nubes...

Centro Cultural Memoria de Andalucía. Granada Cuando me asomé a la ventana, las nubes crepusculares seguían ahí. Parecían estar esperando. ¿ Debería contarles también a ellas una historia? Se lo propuse, pero no me oían. Para explicarme y acortar la distancia entre nosotros grité : - Yo tambien soy una nube crepuscular. Vista desde el Palacio Real. Madrid. Se quedaron inmóviles; sin duda alguna me estaban observando. Entonces alargaron sus finas y transparentes alas rojizas hacía mí. De esta forma se saludan las nubes crepusculares. Me habían reconocido. ...